sábado, 5 de julio de 2008

TU DESPEDIDA II

El viaje comienza,
las ataduras al árbol del olvido,
no me dejan navegar,
los pies calientes piden exilio,
las hojas siguen cayendo a mi alrededor

Cuando me pude desatar de tus raíces,
ya era tarde,
el barco me dejo ,
la ruta se cerro,
la llave la encontré
en la memoria del tacto
que se embriaga
del recuerdo de tu cuerpo,
Las caricias que me besaron,
capturaron mi ternura,
tu mirada soltó una lagrima,
y mis brazos la recibieron,
secándola con la resignación,
en el rincón de explotación
de nuestros núcleos de latir escandaloso,
que derraman los restos de tu sangre,
que en cada señal de despedida,
dejaron el temblor de mi incertidumbre.